La
comisión directiva del Centro Argentino de Arte Cerámico quiere hacer pública
su preocupación tras leer el dictamen del Jurado de Selección del 89° Salón
Anual de Mayo, publicado por el Museo Provincial de Bellas Artes “Rosa Galisteo
de Rodríguez” en su página web (http://www.mpba.org.ar/temporal/2012/actas%20seleccion.pdf).
Podría
esperarse que las presentaciones a un certamen de relevancia y larga
trayectoria como éste —el que
cuenta además con una recompensa económica nada desestimable—, superasen las dos docenas,
cantidad de postulaciones en la sección “Cerámica”. Mas este número no es tan
sorprendente al saber que las presentaciones en la sección “Arte-objeto” han
sido sólo catorce más, y que las más cuantiosas secciones dedicadas a Pintura y
Fotografía —que alcanzaron
respectivamente las 146 y 136 unidades— aceptan dos producciones por envío, en tanto las previamente
mencionadas sólo una. Así, poca diferencia acusa el porcentaje de
presentaciones aceptadas en cada sección: 36 % en “Pintura”, 29% en
“Fotografía”, 45% en “Arte-objeto” y 21% en “Cerámica”.
En
tal contexto, estimamos inquietante —si
no alarmante— que, tras un detenido
análisis, un jurado integrado por profesionales destacados en áreas muy
diversas —lo que, sin dudas, augura
una pluralidad de concepciones y, entonces, un intercambio de criterios y un
diálogo conciliador que permita llegar al acuerdo en sus resoluciones en tanto
cuerpo colectivo— haya hecho notar en
relación a la disciplina que nos compete que su evaluación del conjunto de los
envíos reviste escaso nivel
estético y conceptual y pocas
propuestas pertinentes, motivos por los cuales sugiere pensar sobre la continuidad de la disciplina dentro del Salón o
la inclusión dentro de la sección Arte-objeto.
A este último respecto, de atenderse tal
sugerencia, esto redundaría sin duda en beneficio económico del Ministerio de
Innovación y Cultura del Gobierno de Santa Fe, pero no solo privaría a los
miembros de la comunidad cerámica de la posibilidad de aspirar a dos
distinciones que darían fe de su desempeño sino también dejaría sin homenajear
al artista Juan Ramón Lazzarini, cuyo nombre da entidad al Primer Premio que el
Gobierno Provincial otorga en esta categoría.
Por otra parte, estimar la potencial
supresión de la disciplina a partir de la actual presentación nos parece un
criterio que habilita cuestionamientos diversos. Si las veinticuatro
presentaciones recibidas constituyen el inventario de la realidad a partir de
la cual el Jurado ha debido efectuar su evaluación, ellas no pueden pensarse
representativas de la totalidad de la práctica; de allí que el actual conjunto
no es muestrario suficiente a partir del cual postular ni siquiera
hipotéticamente que las cualidades del próximo y las de los subsiguientes presentados
a este Salón sean semejantes. Por otra parte, estimar viable la desaparición de
la sección es desconocer la diversidad de criterios por los cuales otro jurado
constituido por miembros con perspectivas tan diversas como igualmente válidas
a las de éste podría expedirse respecto del conjunto actual con ponderaciones
más conceptuosas. Al no tener quizás el Jurado posibilidad de expandir su
dictamen dejando así explícitos los criterios a partir de los cuales ha
evaluado escasos los niveles estético y conceptual de las presentaciones y pocas
las propuestas pertinentes, el veredicto no resulta argumentativamente
consolidado, especialmente teniendo en cuenta la imposibilidad del público de
conocer el total de las presentaciones. El dictamen sería convenientemente
explícito y fácil de comprender si en la actualidad existiese una norma a la
cual las presentaciones deberían responder a la hora de postular a un Salón,
tal como sucedía en tiempos en que nació este modo de puesta en circulación de
la obra de arte. Precisamente porque tal institución ha mutado en el decurso de
la Modernidad que la ha engendrado —ya por los cambios al interior de la práctica
artística, ya por las diversas conceptualizaciones respecto de lo que cada
tiempo entiende por el vocablo “arte”—, ha sido posible contemplar a su
interior secciones que entienden “artísticas” a la fotografía, a la cerámica, al
objeto —añádanse de igual modo el textil, la instalación, incluso el dibujo y
el grabado—, todos haceres ajenos al concepto de “Bellas Artes”, y que
requieren parámetros evaluativos indudablemente diversos de los que pueden
solicitar una pintura o una escultura.
Eliminar la sección “Cerámica” del Salón
Anual de Mayo, o incluso diluirla al interior de la destinada al “Arte-objeto” sería
adherir a una lógica para la que “muerto el perro, muerta la rabia”. Nuestra
institución y sus socios, otras compañeras de ruta como ACIA (Asociación
Cerámica Internacional Argentina), eventos de características similares al que
aquí observamos —como el Salón Nacional de Artes Visuales o nuestro Salón Anual
Internacional de Cerámica—, y tantas otras circunstancias que atañen al hacer
cerámico en la Argentina contemporánea parecen invocar una cita que bien
operaría como contrarrefrán: “Los muertos que vos matáis gozan de buena salud”.
Bogamos por que el Ministerio de Innovación y Cultura de la Provincia de Santa
Fe escuche de manera fehaciente la primera sugerencia del Jurado de este certamen
—pensar sobre la continuidad de la
disciplina dentro del Salón— en pos de desestimar la
segunda —su inclusión dentro
de la sección “Arte-objeto”— y de tal manera asegurar entonces a la comunidad cerámica la
pervivencia de un espacio tan duramente ganado: la participación del hacer
cerámico en condiciones de paridad en un evento atento a las prácticas
artísticas contemporáneas. Y alcanzar los premios ofertados en virtud de
las realidad efectiva de las prácticas. Es por eso que nos da mucho gusto saber
que nuestra colega Graciela Olio, se ha alzado con el Premio mayor y la
felicitamos calurosamente al respecto, así como lamentamos que se haya negado a
los restantes aceptados ―nuevamente,
sin conocer los criterios de estimación del Jurado de Premiación― el Premio
Adquisición otorgado por el Ministerio de Innovación y Cultura. Vayan también
nuestras felicitaciones a José Ignacio Pfaffer, quien fue distinguido con el
premio Alianza Francesa por el conjunto de sus presentaciones.
1 comentario:
Adhiero a la preocupación, quiero agregar que simplemente si algún jurado encuentra que no hay obras del perfil requerido para un determinado concurso , es libre de declararlo nulo, esto pasa todo el tiempo y no por ello vamos erradicando disciplinas. En cuanto a la cerámica , mi respeto es profundo, ya que no hay lugar del mundo donde el hombre no halla experimentado con ella desde el principio.
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